Cómo empezar a entrenar a mi perro

Los perros ocupan un lugar tan central en nuestra familia que, eventualmente, todos necesitamos pensar en como empezar a entrenar a mi perro.

Hace unos años, solo se entrenaba a perros que tenían una función específica, como perros guardianes o policías. El resto de los perros convivían en hogares como mascotas: dormían afuera sin gran interacción con la familia, por lo que no requerían de grandes modales ni surgía la necesidad de mejorar la comunicación.

Actualmente, nuestros perros son un hijo o hermano más. Compartimos la cama, el sillón, nuestras salidas sociales y paseos. Todo este tiempo y circunstancias requieren que nosotros tengamos las herramientas para poder establecer un vínculo con nuestros amigos peludos, en donde ambos nos sintamos felices y satisfechos. Donde la confianza y el entendimiento sean los pilares de la relación.

Imagino que si se encuentran leyendo esta columna es porque no solo buscan un mejor vínculo, sino porque posiblemente tengan algún problemita de conducta que necesitan resolver. Entonces, el primer paso para entrenar a mi perro va a ser pensar en su bienestar y cómo lograrlo, ya que acá se encuentra el origen de muchas dificultades comportamentales.

 

¿Qué es el bienestar y cómo lo obtengo para mi perro?

Una manera simple y fácil de evaluar el bienestar de nuestro perro es pensar en las 5 libertades que poseen los animales.

Estas son:

  • libre de hambre, de sed y de desnutrición;
  • Sin temor y angustia;
  • Falta de molestias físicas y térmicas;
  • libre de dolor, de lesión y de enfermedad;
  • libre de manifestar un comportamiento natural

Podríamos decir que si logramos todos estos ítems, tendremos un perro sano y feliz. Que a su vez, favorecerá a una menor probabilidad de problemas comportamentales.

Nuevamente doy por hecho que, si están leyendo esta columna, su perro va a encontrarse bien alimentado (preferentemente con una alimentación Human Grade) y que pueden realizar visitas regulares a su veterinario para prevenir o tratar problemas de salud.

Por lo que me gustaría destacar puntualmente 2 libertades mencionadas, que están altamente vinculadas con el comportamiento:

Libre de temor y de angustia

Esto es fundamental si queremos establecer una buena relación con nuestro perro y lograr esta confianza que mencionaba antes. Todos hemos visto por la televisión adiestradores aplicando diversas técnicas sobre perros agresivos o con malos comportamientos. Los efectos en televisión son rápidos, eficientes y hasta mágicos. Pero lamento mucho pinchar su burbuja. El tipo de adiestramiento que estamos acostumbrados a ver, ese basado en ser el “Alfa” de la manada, aquel que se dedica a enseñarte a dominar a tu perro antes que tu perro te domine a vos, en general se basa en prácticas violentas y agresivas. 

Muchos se han formado en el adiestramiento canino a base de estas técnicas anticuadas. Que podrán aparentar grandes mejorías exteriormente. Pero interiormente causan muchísimo daño a nuestro perro, ya que operan bajo dolor físico y miedo. 

Nuestra recomendación para un perro feliz, libre de temor y angustia, no es omitir su adiestramiento. Sino hacerlo en base al muy conocido concepto “Refuerzo Positivo”. Los animales son altamente capaces de aprender de manera más rápida, eficiente y duradera en el tiempo, a través de el uso de felicitación antes que de castigos. Para conocer más sobre este tema, les recomiendo la nota sobre Educar sin castigos.

Libre de manifestar un comportamiento natural

Cuando fallamos en aportar esta libertad, es cuando surgen muchísimos problemas con nuestro perro. Pero se preguntarán, ¿Qué implicaría para un perro, manifestar su comportamiento natural? Y una buena manera de comenzar es recordar a sus ancestros, los lobos. 

Primero que nada ellos viven en jaurías donde interactúan varios individuos, lo que nos dice que resulta saludable que nuestro perro tenga amigos de su propia especie. Pueden no vivir en tu misma casa, pero si tener encuentros fuera de ella. Privarle a un perro la posibilidad de interacciones saludables con sus pares, puede causar reactividad o incapacidad de interacción con su misma especie. 

Luego, estos lobos cazan su alimento. Esto implica estar en movimiento para encontrar a su presa, el uso del olfato para rastrearla, el acto de persecución hasta atraparla, para luego obtener el placer de saborearla. ¿Qué ocurre con el perro moderno? Abrimos su bolsita de alimento (preferentemente de Alimento Saludable Mon Ami) y la volcamos en su plato. Nuestro perro se ha perdido la posibilidad del ejercicio físico, del uso del olfato y de la diversión que implica atrapar a su presa. ¿De qué manera podemos compensarlo? Realizando paseos diarios, permitiéndole olfatear sin prisa todo el recorrido y dedicando al menos una sesión de juego a diario. Si tenés dificultades para pasear a tu perro, encontrás más información en la nota sobre Cómo pasear sin tirones de la correa.

Cuando estas simples actividades no se realizan, el perro comienza a aburrirse, se siente frustrado, molesto. Entonces comienza a buscar actividades para satisfacer esa necesidad de entretenimiento. Lamentablemente, es altamente probable que no sea del agrado de la familia su elección de entretenimiento, ya que puede ser destrozar el jardín o los muebles de la casa. 

Con estos consejos, están listos para comenzar a entrenar a mi perro. Donde los humanos somos los primeros en “entrenarnos” para lograr una mejor comunicación y calidad de vida de nuestros compañeros.